Arranca el juicio por el ruido del Bernabéu: la jueza libera a Almeida y Carabante y el Madrid se compromete a no realizar conciertos hasta que tenga las garantías necesarias de insonorización

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El Real Madrid se comprometió ayer ante la jueza Mónica Aguirre a que sólo volverá a programar conciertos en el Santiago Bernabéu cuando pueda cumplir las exigencias legales en materia de contaminación acústica. El club blanco arrancó el proceso judicial donde ha sido arrastrado por los vecinos de su estadio, denunciantes de los problemas de generación de ruido que el campo ha protagonizado en su estreno como recinto de espectáculos musicales. El club no se pone fecha de regreso en este ámbito, siendo su principal obsesión ahora las mejoras técnicas para reducir al máximo la salida de sonido durante los recitales.

José Ángel Sánchez, el director general del club, acudió al Juzgado de Instrucción número 53 de Madrid para defender la actuación de la entidad, que recordó ante la magistrada su inversión, hasta el momento, de más de 160 millones de euros en la realización de obras y adopción de medidas destinadas a la mejora de la acústica e insonorización del Bernabéu. Un plan que continúa ahora, una vez tomó el Madrid la decisión de suspender los conciertos tras los problemas acontecidos en el último, con Romeo Santos sobre el escenario. También en este recital los límites sonoros se superaron, a pesar de las advertencias realizadas al promotor y el artista. De hecho, el Ayuntamiento de la capital ha interpuesto 11 multas por un valor total de 801.000 euros a diversos organizadores de los conciertos, señalando su responsabilidad administrativa por incumplir los parámetros legales exigidos.

Precisamente, la jueza Aguirre no admitió el recurso de ampliación de querella que las asociaciones de vecinos habían interpuesto para implicar también al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y al delegado de Urbanismo, Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante, como responsables también del problema. El Consistorio siempre defendió que su papel en este asunto es de simple sancionador (con las multas) y controlador (a través de las mediciones de ruido hechas por la Policía Municipal), ya que las licencias de eventos extraordinarios, como los conciertos, las otorga la Comunidad de Madrid, a través de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior.

El tema de los permisos administrativos también tuvo su protagonismo en la vista, ya que la jueza despejó las acusaciones que contra el club habían realizado los vecinos y algunos medios de comunicación al denunciar que el Real Madrid estaba funcionando sin licencia. Un hecho negado por el club y atendido por el tribunal, insistiendo el equipo presidido por Florentino Pérez en que siempre ha contado, con las preceptivas licencias de funcionamiento para el desarrollo de sus actividades «así como se ha asegurado de que todos aquellos promotores que celebren eventos no deportivos en el estadio, incluidos conciertos musicales, hayan contado con las debidas autorizaciones administrativas extraordinarias y les ha exigido el cumplimiento de toda la normativa que les resulta aplicable, incluida la ordenanza municipal en materia de contaminación acústica, como titulares de la autorización administrativa y organizadores de los conciertos», según fuentes de la entidad

El Madrid ha insistido en su voluntad de mantener una buena convivencia con las comunidades más afectadas, con las que mantiene vías de diálogo para acordar mejoras arquitectónicas e insonorización en las viviendas. El proceso judicial continuará, a la espera de que la jueza reclame nuevas pruebas y testimonios.

En teoría, el club pretende que los conciertos regresen al Bernabéu el próximo año, pero la fecha está aún por determinar. José Ángel Sánchez fue contundente en este aspecto: no volverán hasta que el recinto pueda cumplir con la normativa. Para el Ayuntamiento y la Comunidad, el renovado estadio blanco es, como la Fórmula 1 de Ifema, un pilar clave en la estrategia turística de la ciudad.

Moha.es